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1.- VEJER DE LA FRONTERA
Atalaya de la comarca de La Janda, en sus calles se respira y se siente la huella de todas esas civilizaciones que hicieron de ella fortaleza. Perderse por su recinto amurallado cuando atardece es una de esas experiencias a la que no deberías renunciar.
De calles empedradas, fachadas encaladas y molinos que nunca han dejado de jugar con el viento, atesora estampas tan espectaculares y conocidas como la del Arco de la Judería. Estampas que se llenan de sabor con su rica gastronomía y de color con el azul de unas aguas, las del Atlántico, que habitan a sus pies.