Protagonista destacada junto al castillo de la extraordinaria mezcla cultural que atesora nuestro Casco Histórico, la Iglesia Arcipestral de Nuestra Señora de la Encarnación se antoja parada obligada en este tiempo de culto. Su majestuosidad, que se adivina tras un empinado laberinto de calles encaladas, es refugio y reflejo de la religiosidad de un pueblo, el nuestro, con profundas raíces religiosas. En su interior podrás descubrir gran parte de los retablos que existían en otros templos locales
Visible de norte a sur y de este a oeste, su perfil nos ‘narra’ el importante papel que jugó en el amplio entramado defensivo del reino nazarí. Majestuoso por fuera (se levanta a más de 600 metros sobre el nivel del mar), su interior te sorprenderá tanto por su excelente estado de conservación (nos traslada siglos atrás) como por las impresionantes imágenes que nos regala de un paisaje entre olivos. Las torres del homenaje y de flanqueo, además de sus aljibes, patio de armas y recinto subterráneo son las grandes piezas de este puzzle histórico.
Coronado por el Sagrado Corazón de Jesús, con sus brazos extendidos; este peñón, balcón privilegiado de nuestro Casco Histórico y de sus dos elementos más sobresalientes (la Iglesia Arcipestral de Nuestra Señora de la Encarnación y el Castillo), atesora un atractivo jardín en terraza. Con acceso a través de escaleras, se antoja el rincón ideal para que puedas relajarte, descansar y, eso sí, disfrutar de vistas que no te van a dejar indiferentes.
Distinguido en 2019 como el Más bonito de España, es uno de esos rincones que sorprenden gratamente a todos aquellos que lo visitan. Su localización, como verás, es espectacular, a los pies del Castillo, ‘apoyado’ en los lienzos de muralla que rodean el Barrio de la Villa y con unas vistas magníficas de nuestro entorno. Recorrerlo es realizar un viaje a través de la historia de la evolución constructiva de su gran elemento, los nichos.
Por los ‘railes’ de nuestro entorno
Si has decidido pasar esta Semana Santa tan especial con nosotros y eres amante de la naturaleza y el deporte, tenemos para ti la experiencia perfecta. De orígenes ferroviarios, se desarrolla a través de un entorno natural de extraordinaria belleza y gran riqueza vegetal y faunística. Un viaje con destino final en la localidad sevillana de Coripe (tú eliges la ‘parada’) que, solo o en familia, puedes realizar a pie o en bicicleta
Si miras hacia arriba y observas un gran número de buitres, no te preocupes, no pasa nada. Su presencia se debe a que en Olvera contamos con una de las colonias de buitres leonados más importantes de Europa. Se localiza en el Peñón de Zaframagón, Reserva natural en la que destaca su impresionante escarpe calizo de 584 metros de altitud. Desde ahí, los buitres inician sus espectaculares planeos por un paisaje que comparten con águilas perdiceras, búhos reales, etc.
El reino del buitre leonadoTerritorio de ‘sangre verde’, esa que mana de nuestros centenarios olivares, la gastronomía olvereña ha sido alimentada a través de los siglos por el buen producto y el sabio hacer de nuestra gente en los fogones. Así que si vienes a vernos no debes renunciar a lujos como un buen pan de campo con un aromático aceite de oliva virgen extra, aceitunas partías, sopas pegás o de tomate, patatas zapateras, gachas, flamenquines, hornazo, tortas de masa, embutidos, sangre encebollada y los revueltos entre otros muchos exquisitos bocados.
Pasar por nuestra localidad y no disfrutar del aceite de oliva virgen extra de nuestros molinos y almazaras es lo más cercano a un ‘pecado’. Aceites que manan de olivos centenarios y forman parte de la Denominación de Origen Sierra de Cádiz. Oro verde que es la raíz más profunda de la gastronomía olvereña.
El bocado más tradicional
Con orígenes en 1715, cuando la patrona de Olvera procesionó frente a una pertinaz sequía, la conocida también como Torta de Quasimodo (es el dulce típico de ese día) tiene como punto de partida el aceite de oliva virgen extra. Exquisitez que, junto a azúcar, piel de limón, ajonjolí, almendras crudas, masa de pan, canela molida, levadura y matalahúga, dan forma a nuestro bocado más tradicional.
Si te apetece degustar uno de esos platos que forman parte importante de la historia de nuestra gastronomía, debes probar las sopas pegás. Típico plato de origen campesino que tiene como ingredientes pan duro o ‘asentao’, aceite de oliva virgen extra, ajo, sal, agua y unos buenos espárragos (trigueros o amargueros). Tan simple de elaborar como reconfortante y sabrosa.