El encanto nocturno de Grazalema

Por admin
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Descubrir las noches de Grazalema es adentrarse en una aventura que nos hará pensar que hemos retrocedido decenas de años en el tiempo, a no ser por la luz eléctrica. En invierno, esta experiencia podemos vivirla prácticamente desde las ocho de la tarde, cuando el pueblo queda casi desierto y la vida en las calles es simplemente testimonial.

Cuando llega el invierno, los hábitos de una localidad cambian de forma radical con respecto a épocas de temperaturas más agradables. Si se trata de un pequeño pueblo, estas costumbres son más visibles aún, como sucede en Grazalema. Al tratarse de un pueblo con poco más de dos mil habitantes, la vida nocturna de un día laborable en la calle es prácticamente testimonial. Resulta hasta complicado cruzarse con alguien por la calle más allá de las ocho de la tarde, tal y como pudimos comprobar mientras grabábamos el vídeo que acompaña a esta información.

Grazalema, de noche

Calles desiertas, que sin embargo nos permiten disfrutar del encanto de un pueblo que de lunes a viernes vive una vida y los fines de semana otra muy distinta, influenciado sin lugar a dudas por la llegada de turistas.

A partir de las ocho de la tarde, bares y comercios ya han cerrado sus puertas casi en su totalidad durante la época invernal. Apenas nos cruzamos con un vecino que va de una casa a otra. Por supuesto, nadie paseando y menos aún sentado en la terraza de un bar. Es otro de los muchos encantos de un pueblo como Grazalema, donde la noche también es algo especial.

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