El Museo de la Piel de Ubrique nos descubre la historia de un arte, el de la marroquinería, que ha convertido a esta población de la comarca de la Sierra de Cádiz en un lugar único en el mundo. Un relato histórico del que son protagonistas cientos de artesanos de la piel.
Felisa Sánchez Temblador, José ‘Pepín’ Sánchez Rodríguez, Jesús Jiménez Millán, Josefa Rodríguez Sevillano, Juan Antonio Ruiz Borrego, Vicente Barreno Solano, Francisco Román García, Manuel Ordóñez León, Rafael Pérez Fernández, Pedro Rodríguez Sánchez, Rafael Benítez López, José Soto Piña, Remedios Vázquez Guerrero, Ana López Delgado, José Camacho Aguilar, Federico López Salas, Domingo Gómez Fernández, Emilio Séllez del Valle, María de las Maravillas Peña Rosa y Juan Menacho Morales, entre otros muchos, son los nombres de quienes, provistos de pasión, creatividad, esfuerzo y también necesidad, han escrito a lo largo de años, siglos, gran parte de la historia de Ubrique. Esa que está a flor de piel en cada una de sus calles, talleres, fábricas, comercios y viviendas y que la ha convertido en un lugar único. Único en la comarca, único en la provincia, único en Andalucía e, incluso, único en el mundo.
Decía J. Casares que “el arte es la expresión del alma que desea ser escuchada” y basta con visitar el Museo de la Piel de Ubrique para, a través de un rico y extenso legado, corroborar que es así; que el arte de la piel es el alma, la forma más sublime de expresión de esta localidad de la Sierra de Cádiz.
LUIS DOMÍNGUEZ ROJAS
«Sigo sintiendo la misma pasión y vocación que cuando empecé»