Entre las numerosas queserías que a partir de este viernes desfilarán por la ‘alfombra’ de Quesierra, en la localidad serrana de Villamartín, hay una que lo hará de forma muy especial.
Con una reconocida tradición quesera (dio sus primeros pasos en 2007), ganadería propia y productos que han conquistado los paladares de los jurados más exigentes del mundo, Pajarete, que así se llama, hará de abanderada de una cita en la que compartirá escenario con otras tantas queserías de renombre de la provincia y Andalucía.
Orgullo de Villamartín, de su buen producto, el secreto de los exquisitos quesos de Pajarete reside en la finca, de nombre La Lapa, en la que más de mil ovejas y cuatrocientas ovejas payoyas se alimentan de pastos de calidad (180 hectáreas de cultivos herbáceos) y cuya salud es controlada en todo momento. Finca que, como dice su gerente, José Luis Holgado (ingeniero agrónomo y maestro quesero), es la base “del éxito de nuestros productos”.
La calidad de la leche de su propio ganado da lugar a productos como los excelentes semicurados de cabra payoya, que Pajarete ofrece en distintas maduraciones y formatos.
Por su parte, los quesos curados de cabra payoya tienen un mínimo de 45 días de maduración. Quesos, todos, que lucen el prestigioso logo de ‘Raza autóctona 100%’.
Además también elabora quesos con romero, pimentón, aceite de oliva virgen extra, salvado de trigo.
Por lo que se refiere a los quesos de oveja, los elabora curado, semicurado, de leche cruda, en manteca, emborrado, en aceite de oliva, ahumado en maderas nobles y gran reserva,
Por último, están los mezcla (cabra y oveja) semicurado, curado, en manteca y romero y gran reserva.
Nuestra recomendación
QUESO DE CABRA PATRUFO
Muchos o todos son los quesos de Pajarete que deberías probar y comprar en Quesierra, si bien nosotros os recomendamos uno en especial. Se trata del Queso curado de cabra Patrufo. Producto que responde cien por cien a la filosofía quesera de Pajarete, extraordinario en matices, elegante y de extraordinario sabor pronunciado. Queso que, obviamente, tiene su punto de partida en la rica leche de cabra payoya, que ‘juega’ con los exquisitos aromas de la trufa negra. Como se suele decir, auténtico manjar de dioses y medalla de plata en en la World Cheese Awards.